Seguidors

dissabte, 30 de juliol del 2011

Esperanza

Y de repente lo vuelves a sentir, ese sentimiento, y te asustas, tienes miedo de que vuelva a ser la misma mierda de siempre. No quieres tropezar con la misma piedra que hizo que estuvieras en ese pozo oscuro y que parecía sin salida. Pero ¿Y si esta vez es diferente? Él es diferente y te trata genial, lo adoras, lo empiezas a querer, te atrapas a él, te refugias en sus palabras que te hacen que te sientas querida, te empiezas a sentir bien de nuevo gracias a él, y entonces decides saltar al vacío y dejarte llevar, ya está bien de derramar lágrimas en vano. Hoy saldrás a la calle con tu mejor ropa, con ese peinado que tanto te favorece, esos ojo perfectos y esa sonrisa que enamora.
¿Lo ves? Está ahí, de pie, esperándote a ti, está nervioso, a lo mejor incluso más que tu. Te acercas, le saludas, le miras y le abrazas. Notas como si tu corazón fuese a estallar, ya está, tu corazón te lo confirma, te has vuelto a enamorar.