Te odio. Odio cuando haces que me derrita con tu mirada, odio tus sonrisas más sinceras que me dedicabas esas noches de primavera, odio tus caricias, tus abrazos, tus besos y tus suspiros. Vamos, vuelve, ahora no me dejes aquí, sin nada porqué seguir, tú me devolviste la ilusión, el motivo para vivir, eras mi razón para existir. En tan poco tiempo llegaste a ser tanto... incluso me atrevo a decir que lo eres todo para mí.
me gusta!
ResponElimina